Con este titular resumiría los juegos olímpicos de Yana Kudryavtseva . La joven rusa que parecía que había nacido para ganar.
Yana Kudryavtseva
Apareció en su primer mundial y lo gano, se convirtió así en la gimnasta más joven en ganar un mundial con 15 años, más tarde apareció en su primer europeo y también lo gano, todo parecía apuntar que repetiría en los juegos olímpicos de río, pero lo cierto es que la leyenda de Kudryavtseva no termino siendo dorada como todos esperábamos, si no plateada.
Tras un año de muchísimas lesiones, Kudryavtseva redujo muchas competiciones durante la temporada para llegar lo mejor posible a los juegos, en el último mundial ya estaba muy afectada y aun así consiguió colgarse el oro para seguidamente pasar por el quirófano.
Las competiciones continuaban y Yana tenía que reposar ese pie, pero Yana es de esas gimnastas que no se rinden y ella misma era la que le decía a su entrenadora “no te preocupes, estoy bien”.
En los juegos olímpicos pudimos verla con los dos pies vendados, y con un rostro serio, parecía nerviosa… o quizás es lo que tiene cuando sabes que te estás jugando el oro olímpico de un país, y no de un país cualquiera, sino de Rusia, un país en el que la gimnasia rítmica tiene muchísima tradición y en el que desde los juegos olímpicos de Sidney 2000 no ha sonado otro himno que no sea el ruso. Lo cierto es que en la jornada de clasificación Yana cometió errores que no la hicieron terminar en primera posición, esa posición la ocuparía su compañera de equipo, Margarita Mamun.
El día de la final, ya estaba todo en juego… pudimos ver a una Yana mucho más centrada y realizando verdaderas obras de arte sobre el tapiz. La maldición recayó en el ejercicio de mazas. Estaba a punto de cerrar un ejercicio casi perfecto cuando de pronto en la última vuelta su maza cayó al suelo. Con este fallo se le iban todas las posibilidades de conseguir el Oro.
Yana se quedó tumbada en el tapiz durante dos segundos, posiblemente los dos segundos más largos de su vida, en los que quizás le dio tiempo a pensar en todo lo que había tenido que pasar hasta llegar a este momento y como veía que se le escapaba su sueño por conseguir el Oro olímpico.
No pudo reprimir las lágrimas mientras se alejaba del tapiz a la zona de las puntuaciones, estaba desolada, parecía que la costaba caminar, la esperaba su entrenadora para poder consolarla, aunque para una gimnasta tan competidora y tan perfeccionista, creo que no había consuelo en esos momentos.
Todavía quedaba la rotación de cinta, uno de los aparatos más complicados en la gimnasia rítmica y que precisamente en Río estaba causando algún que otro problema a las gimnastas por la humedad. Si además de todo esto le añadimos que anímicamente tendría que estar muy tocada por lo ocurrido con las mazas… lo más probable es que en su ejercicio de cinta la viéramos hundida. Lo cierto es que eso no fue así, no se rindió y salió a luchar por la plata como ella sabe, haciendo un ejercicio de cinta que rozo la perfección, un 19,250 en su puntación lo decía todo. Se había dejado la piel, quería una medalla, el fallo de mazas había hecho que saliese más relajara y disfrutara de su ejercicio y nos hiciera disfrutar a todos.
Termino el ejercicio, suspiro, sonrió, saludo al público y rompió a llorar. Lloro con su entrenadora y mientras se abrazaba a su amiga y compañera Margarita Mamun. Una imagen preciosa, donde demostró ser una gran competidora, no mostro ningún aspecto de envidia o de persona derrotada, estoy segura de que estaba feliz por marcharse de los juegos con una medalla y porque el Oro callera en manos de su compañera.
Finalmente pudimos ver como ambas entrenadoras y gimnastas se felicitaban y abrazaban, esto es la competición, y ellas dieron una muestra perfecta de ello. Ante todo somos humanos y la amistad tiene que estar por encima de todo.
Estos juegos quedaran grabados en sus memorias, y por supuesto en las nuestras. Tanto es así, que Yana dejo un mensaje en su Instagram para todos nosotros, dejando más claro aún que atrás queda esa imagen de seria y de calculadora que da en muchas competiciones, que es una humana más y que siente y lucha por la vida, su vida, la gimnasia rítmica.
«Es lo que sucede en el deporte, ir hacia la meta de toda mi vida, que no fui a la guardería y la escuela, no camine por la noche con mis amigos, que no pude ver a mis seres queridos, fue para ustedes mi formación, las competencias, porque ustedes saben que los quiero, la gente de todo el país, la patria, hago todo lo posible para ser la primera, por favor. Amigos, fans, familiares, entrenadores – Perdónenme si no cumplí con sus expectativas, pero luché hasta el final, he intentado, de verdad, estaba herida, que estaba cansada, a veces solitaria, pero fui hacia adelante, hacia adelante para ustedes. Esta plata es con mis lágrimas, mi sonrisa, sus aplausos – Esta plata brilla como el oro. Quiero agradecer a Elena Lvovna, que llevó a cabo mi vicio de campeón olímpico desde pequeña, y, por supuesto, muchas gracias, el respeto sin límites de nuestra común «madre» Irina Viner para lo que podría ver en mí un talento, invirtió su corazón y alma y corazón en mí y me dio la oportunidad de ser única. Los amo a todos por supuesto, gracias a mis padres! Mamá, papá, Te amo <3»
Gracias por estas palabras, y por regalarnos tu gimnasia durante toda tu vida, no tienes que pedir perdón, eres una guerrera.
Enhorabuena a todas las participantes y a las medallistas individuales. Nos vemos en Tokio 2020.
La mejor gimnasta del mundo!
Siempre Reina, nunca princesa. Con medalla de plata o de Oro, brillas con luz propia
Para mi la mejor gimnasta de todos los tiempos.
Kudry es mucha Kudry, nadie como ella para hacernos amar este deporte. Tu siempre cumples las expectativas de tus fans , verte en el tapiz siempre es maravilloso. La medalla solo es algo simbólico que no hace justicia a tu gran trabajo,Nos hace quererte sin conocerte personalmente, emocionarnos como si estuviéramos a tu lado. Siempre seras la Reina de la rítmica
Kudry es una gimnasta ORIGINAL , a diferencia de KANAEVA ,KUDRY es mas PERFECCIONISTA , y expresa lo k siente atravez del APARATO .
Serás recordada por todos los que alguna vez te vimos competir, como la reina de la gimnasia rítmica de todos los tiempos. Gracias Yana Kudryavtseva.
Nunca un fallo de un deportista me afecto tanto, Yana flotaba en el tapiz, su manejo del aparato era inigualable, una gimnasta fina, limpia y eficaz.