Enrollacintas Gimnasia Rítmica
Si quieres evitar que se estrope mientras la transportas el mejor objeto para esto es un enrollacinta. Con el puedes guardar en perfectas condiciones tu cinta de gimnasia ritmica para que conserve todas sus capacidades.
Características de un enrollacinta
Hay otro tipo de fundas y demas envoltorios pero particularmente destacaría aquellos que permite enrollar la cinta y protegerla de posibles daños.
Con los enrollacintas lo que consigues es como bien dice el nombre enrollar y protejer tu aparato sobre el cilindro interior del objeto. Su uso es muy sencillo, tan solo tienes que introducir la parte final de la tela ( la más alejada de la varilla) y empezar a girar para que se enrolle.
Dependiendo del modelo que escojas vas a poder realizarlo con un boton, con el dedo o con una especie de palanca.
Su uso es tan sencillo que tan solo tendrás que enrollar (como bien dice su nombre) tu cinta en él para poder llevarlo de forma cómoda y segura.
La cinta, aunque no te lo creas, es uno de los accesorios que más daños puede sufrir y por eso es importante llevarlo como toca. De hecho, si lo piensas bien, la cinta es como una parte más de la gimnasta, como una extremidad más vamos. Por eso, por la unión que existe entre ellas, tiene que estar totalmente cuidada.
Si quieres llevar la cinta como toca a su próximo entreno puedes optar por los enrollacintas que tenemos disponibles. El accesorio tiene un cilindro interior donde se enrolla la cinta de forma cómoda. Bueno, tienes que saber que existen tres enrollacintas diferentes. El normal, el que funciona con un botón y con palanca. Obviamente te resultará mucho más sencillo el que funciona apretando un simple botón pero, su finalidad, es prácticamente la misma.
El objetivo de los enrollacintas es tener la cinta en buen estado vayas donde vayas, ya sea a una competición o a un entrenamiento. Por eso, cualquiera de los tres enrollacintas que quieras escoger, te funcionará genial.
Si ya llevas años en este mundo y aún no lo habías descubierto, no tardes en hacerte con uno de ellos. Es el típico accesorio del que piensas… ¡por qué no lo habré comprado antes! Ya veréis como cambia vuestra percepción y forma de conservar y guardar vuestra cinta